Nerea Casado Quintana
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Terapia de pareja
Consiste en el proceso terapéutico en el que dos personas definen un mismo problema a resolver, o bien un mismo objetivo a alcanzar.
Trabajamos: infidelidad, problemas de comunicación, celos, problemas de sexualidad en la pareja, problemas de pareja debidos a relaciones familiares, miedos, problemas derivados de la paternidad/maternidad.
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Es la terapia que ayuda a las parejas –casadas o no— a entender y resolver conflictos o a mejorar las relaciones. Los psicólogos de pareja proporcionamos las herramientas necesarias para mejorar la comunicación, utiliza técnicas y ejercicios para la resolución de conflictos y facilita la negociación de las diferencias existentes en la pareja.
La necesidad de incluir la presencia de un terapeuta en la pareja surge debido a los constantes cambios que experimentamos las personas y que reflejamos en nuestra vida en familia. Las parejas, como sistema abierto que son, no permanecen estáticas en el tiempo, sino que evolucionan.
A medida que pasa el tiempo las relaciones se van haciendo menos lúdicas, más firmes, surgen diferentes cambios y cada cambio implica una crisis. En estas ocasiones los miembros de la pareja comienzan a prestar atención a los aspectos que no funcionan, percibiendo la situación como irresoluble.
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Aunque la mayoría de las veces el objetivo es solucionar los problemas de pareja, no es el único. En muchos casos los miembros de la pareja sienten que aún se quieren, siguen sintiendo amor por el otro, pero no encuentran esos puntos de complicidad que tuvieron antaño.
Para ellos, la terapia está encaminada a la localización de esos puntos de unión. La clave está en la empatía, en ponerse en los zapatos del otro, en aprender a decir las cosas del otro que molestan sin herir sus sentimientos.
Hay otras parejas cuyos problemas están tan profundos que el reencuentro no puede o no quiere producirse. Algunos lo saben antes de iniciar el tratamiento, y otros lo descubren durante la misma.
En estos casos, el objetivo consiste en suavizar la situación y hacer la ruptura lo menos conflictiva posible, bien por respeto a unos hijos en común, bien por respeto al pasado compartido.